La secuela de Venom viene de la mano del director Andy Serkis que no ha dejado títere con cabeza en esta entrega, en la que los más fanáticos no podrán evitar levantarse de sus asientos en las salas de cine.
La historia de esta película continúa tras la escena post-créditos de Venom (2018), en la que pudimos ver a Eddie Brock (Tom Hardy) y Cletus Kasady (Woody Harrelson) hablando en una cárcel. En esta ocasión los personajes vuelven a reencontrarse y Eddie sigue unido a Venom en secreto, lo cuál le traerá problemas con su ex pareja Anne y el mismo Kasady.
Eminem es uno de los artistas a cargo de la banda sonora de ‘VENOM: Habrá Matanza’ con la canción Last One Standing, en este caso Slim Shady repite experiencia tras lanzar ‘Venom’ en 2018 para la primera película de Tom Hardy como el simbionte.
‘VENOM: Habrá Matanza’ ha dado un paso al frente en cuanto a efectos especiales, haciéndolos menos notables y dejando transcurrir la trama de manera natural dejando al espectador entrar en el mundo del simbionte.
Tom Hardy vuelve como protagonista y productor de la cinta dejando marcada la huella de una actuación impecable y una amistad con Venom que engancha desde el minuto uno. Por su parte, Woody Harrelson vuelve a comerse la pantalla haciendo suyo un personaje muy difícil de llevar, algo a lo que nos tiene muy acostumbrados. En esta ocasión el personaje de Harrelson perturbará cualquier cabeza, aproximándose al drama más absoluto concluyendo en un amor imposible que le lleva a arrasar la ciudad.
La película consigue que las casi dos horas de duración parezcan minutos, atrapándote en la butaca del cine con el único propósito de ver cómo se llevarán a cabo las relaciones entre Eddie Brock, Venom y Anne. Por no hablar de la escena post-créditos en la que no es nada recomendable pestañear.