A partir del 17 de junio, Lightyear estará disponible en cines y no hay mejor manera de comenzar la temporada de verano. Disney y Pixar lo han vuelto a hacer, han construido una historia llena de valores y aventuras que ningún fan de la saga de Toy Story querrá perderse.
Este filme narra las hazañas de Buzz Lightyear, un guardián espacial lleno de valentía, que tiene como única meta, ayudar a sus compañeros atrapados y así, revertir un error del pasado. A lo largo de la cinta, se puede ver una clara evolución en la actitud de Buzz, el cual comienza tratando a los novatos como indeseables y termina por apoyarse en ellos para llevar a cabo la misión más importante y peligrosa de su vida.
Lightyear no es otro producto más lleno de «fan service» como los que tanto se consumen en los últimos años. No tiene ninguna referencia a la famosa saga de juguetes y eso hace que podamos enamorarnos de la película de una forma orgánica. Aun que, sabiendo que está, es la película que vio Andy (el niño principal de Toy Story) en el cine antes de querer comprar una figura de acción del astronauta, es inevitable llenarse de nostalgia y disfrutar la película.
Visualmente es otra obra más de arte que lleva Pixar a sus espaldas, el estudio logra introducir al espectador en la trama con cada uno de los tan cuidado detalles. Los mismos que podemos observar a medida que pasan los minutos, sin sentir que estamos ante un producto hecho únicamente por un beneficio económico. El cariño con el que se elaboran este tipo de producciones, es muy notable.
SINOPSIS
La historia sobre el origen de Buzz Lightyear, el héroe que inspiró el juguete de Toy Story. El filme sigue al legendario astronauta tras de quedar atrapado en un peligroso planeta a millones de años luz de la Tierra, junto a su comandante y su tripulación. Mientras Buzz intenta encontrar el camino de vuelta a casa a través del espacio y el tiempo, se le une un grupo de audaces reclutas y su entrañable gato robot: Sox.
