Lady Gaga, aterrizó en Londres el pasado 29 de julio para su ‘Chromatica Ball Tour’, en el cual, definió el escenario de la gira como su museo de la brutalidad y el show es sinónimo de ello. Stefani Germanotta (nombre real de la cantante) apuesta alto abriendo con tres de sus grandes hits, los cuales la llevaron a convertirse en la artista que conocemos hoy en día, ‘Bad Romance’, ‘Just Dance’ y ‘Poker Face’.
Según sigue avanzando el show la brutalidad, va a más, teniendo mas de 10 cambios para el vestuario. Pero cuando lo camp se junta con lo rocambolesco y lo sangriento, ya no sabes que esperar. Entonces llega el oasis de paz, nunca mejor dicho porque la «Mother Monster» aparece en un cuadrado en medio de la pista con un piano con forma de boca de dragón.
En ese piano de arquitectura brutalista, Gaga muestra todo su talento vocal cantando ‘Shallow’, ‘Always Remember Us This Way’… y mientras la audiencia deja correr sus lágrimas al ritmo que marca el piano.
Para finalizar este show dividido por actos, como si de una obra de teatro se tratase, lo hace con los dos grandes singles del álbum ‘Rain on me’ y ‘Stupid Love’. Y cierra con una emocionante interpretación de ‘Hold my Hand’ con mucho fuego, que esta bastante presente durante todo el show. Se despide de la ciudad británica finalizando así, su ultimo concierto de gira por Europa.