El Atlético de Madrid volvía a la competición europea tras un derbi intenso y con mucha polémica. El conjunto de Diego Pablo Simeone se medía a uno de los rivales más difíciles que tenia en la nueva fase de grupos: El Benfica. Un Atlético irreconocible afrontó la visita al estadio da Luz con las importantes bajas de Le Normand, Azpilicueta y Pablo Barrios.
En la primera parte volvieron los fantasmas con un Atlético irreconocible y con errores defensivos en zonas peligrosas que llegaron a provocar el primer gol del partido y del conjunto lisboeta. Tras el gol de Aktükoglu, los de Simeone intentaron dominar el partido con posesión y con alta presión, pero la falta de precisión en los pases y en la coordinación de la presión hicieron que el Benfica no sufriera en los primeros 45 minutos. Para redondear esta desastre, Llorente dio la peor de las noticias con su lesión.
Un Atlético irreconocible de Simeone
El Cholo Simeone sorprendió a todo el mundo con sus cambios revolucionarios. En el descanso quitó a Koke, De Paul y Griezmann para meter a Gallagher, Sørloth y al canterano Javi Serrano. A pesar del los cambios, el equipo siguió sin encontrarse cómodo en el partido y el conjunto local apretó hasta conseguir un penalti que transformó Ángel Di María. Tras el gol, el Cholo volvió a sorprender quitando a Julián Álvarez para meter a Giuliano.
Un equipo sin alma, sin intensidad y sin ganas de competir dieron alas al Benfica que se quedaron a un gol de conseguir la famosa «manita«. Lo mejor del partido fue el corto resultado para las ocasiones que tuvo el equipo portugués. ¿Conseguirá el Cholo revertir la mala dinámica del Atleti como visitante o volverán los fantasmas del año pasado?