La Real Sociedad consiguió esta noche poner fin a una mala racha de 27 años sin conseguir superar una eliminatoria europea luego de golear por 5-2 al FC Midtjylland en el partido de vuelta de los playoffs de la Europa League. Sin embargo, a pesar de lo abultado del marcador final, el camino no estuvo exento de sufrimiento.

Los donostiarras llegaban a este encuentro después de ser goleados por el Real Betis el domingo en LaLiga, por lo que el partido no solo era clave para asegurar su clasificación a la siguiente fase, sino también para levantar la moral del equipo tras la derrota en el Benito Villamarín.

Para añadir más tensión, en la rueda de prensa previa al partido, el entrenador Imanol Alguacil anunció que no hablará sobre su renovación hasta el final de la temporada.

«Va a ser a finales de abril, o incluso principios de mayo, y va a depender de lo que yo sienta en ese momento. Ahora lo único que estoy haciendo es disfrutar y sacar lo mejor del equipo para estar como ahora en las 3 competiciones».

Primera parte de puros goles

Desde los primeros minutos, la Real Sociedad salió con todo al ataque en busca de sentenciar la eliminatoria. Apenas al primer minuto, un remate de Barrene estuvo a punto de abrir el marcador en el Reale Arena.

La insistencia en ataque no tardó en dar frutos, ya que al minuto cuatro, Brais Méndez puso el 1-0 tras un error del capitán del conjunto danés, Mads Sörensen. La Real siguió insistiendo y, dos minutos después, Aritz Elustondo estuvo cerca de convertir con un remate de cabeza.

Los minutos avanzaban, la defensa del Midtjylland no lograba recomponerse y en otra buena jugada ofensiva, Barrene dejó el balón a Luka Sučić, quien solo tuvo que empujarla para poner el 2-0, anotando su primer gol en la Europa League esta temporada. La afición estallaba de alegría y ya se ilusionaba con la idea de ya estar en octavos.

Sin embargo, cuando la eliminatoria parecía sentenciada, el ecuatoriano Denil Castillo fue derribado por Barrene dentro del área donostiarra, por lo que el árbitro concedió a los daneses un penal que el delantero Adam Buksa no desaprovechó, logrando el descuento y devolviéndo la esperanza a su equipo.

Mientras el Midtjylland crecía en confianza, la Real fue perdiendo la intensidad con la que había comenzado el partido. Ahora eran los daneses quienes llevaban la iniciativa, y en una gran jugada, Buksa puso el balón atrás para su compañero Darío Osorio, quien sacó un remate imposible de detener para Remiro.

El partido volvía a estar empatado y el silencio de la hinchada ‘txuri-urdin’ se hizo notar incluso en la transmisión, pues temían que los fantasmas del pasado volvieran a aparecer.

Sin embargo, antes de que terminara la primera parte y tras varias intervenciones milagrosas del portero Jonas Lössl, nuevamente apareció Sučić para marcar el 3-2 y permitir que la Real se fuera al descanso con la tranquilidad de ir ganando el partido.

La segunda mitad fue solo de la Real Sociedad

Pero la noche aún tenía más sorpresas. Al comenzar la segunda mitad, Sučić, quien estaba siendo el héroe del partido, tuvo que ser sustituido por lesión, dejando el campo de la manera menos esperada.

Si la primera parte estuvo marcada por los goles y la ofensiva, la segunda fue mucho más física, con numerosas faltas de ambos lados. El Midtjylland acabaría con 10 jugadores tras la expulsión del mediocampista Daniel Silva, quien vio la roja directa por una dura entrada sobre Zubeldia.

La alegría absoluta llegaría en el minuto 71, cuando el capitán Mikel Oyarzabal provocó un penal que él mismo convirtió para poner el 4-2, permitiendo afrontar el tramo final con mayor calma.

Después de eso, la Real Sociedad tomó el control total del partido y, cerca del final, Óskarsson, quien había ingresado en el minuto 82, marcó el 5-2 definitivo, certificando el pase de la Real Sociedad a los octavos de final con un global de 7-3.

Tras superar los demonios del pasado, los dirigidos de Alguacil conocerán mañana a su rival por los octavos final, que podría ser el Manchester United o el Tottenham, los cuales no se encuentran en un buen momento de forma, por lo que es la oportunidad perfecta para que la escuadra donostiarra continúe cosechando hazañas en Europa.