
Barça y Atlético empatan en un partido histórico para la Copa del Rey
Dani Olmo y José María Giménez durante el partido de Ida de la Copa del Rey | Fuente: @FCBarcelona_ES
Cuatro equipos, un solo trono. Esta noche arrancó la ida de las semifinales de la Copa del Rey, con el FC Barcelona y el Atlético de Madrid viéndose nuevamente las caras tras el encuentro que tomó lugar en diciembre del año pasado, el cual acabo con los rojiblancos haciéndose con la victoria por 1-2.
Desde ese entonces, El Barcelona llegaba a este partido con un saldo de once victorias y dos empates. Mientras que el Atleti venía de golear al Valencia y con la certeza de que podían derrotar a los azulgranas en su casa.
Una primera parte de locura

Se esperaba que el partido fuera más parejos en los primeros lapsos del partido, pero Julián Álvarez tenía otros planes. A los 50 segundos del partido, la «Araña» conectaba un remate de cabeza que abría el marcador para la sorpresa de todos los presentes.
Pero la cosa no acabó ahí, si algo caracteriza a los de Simeone es la presión asfixiante a la que somete a los rivales, lo que provocaría una perdida de Koundé que llevaría a un contrataque que terminaría con el 0-2 de Antoine Griezmann, quien volvía a hacer realidad la infalible ley del ex.
Las cámaras captaron en un primer plano la frustración de Hansi Flick, quien no podía creer cómo su equipo pudo salir con tanta pasividad y encajó dos goles en menos de 5 minutos, el técnico alemán se retiro su chándal y se mantendría de pie por el resto del partido.
A pesar de tener el peor inicio su posible, los culés no se derrumbaron y se lanzaron al ataque. Lamine Yamal se sacó un disparo de fuera del área que se fue al lateral de la red y Ferran Torres, el cual salió de titular para dar reposo a Lewandoski, perdonó el uno contra uno frente a Musso.
A pesar de tener el marcador a favor, el «Cholo» no perdonaba ningún error por parte de los suyos y le tiró una bronca a Gallagher por querer jugar atrás. Y razón no le faltaba, puesto que el Barça ya ha demostrado ser capaz de remontar esta clase de partidos (véase el encuentro contra el Benfica en Champions), y esta no sería la excepción.
Con 18 minutos de juego, Koundé fue capaz de meterse en el área y lograr un pase hacia atrás para Pedri, quien logró a engañar al guardameta para lograr el descuento y su primer gol en la Copa.
No había tiempo que perder, al momento en que los colchonero sacaron del centro, los azulgranas provocarían un saque de esquina que acabaría en gol de Cubarsí a los 20′ que los devolvía a la eliminatoria. Ni siquiera había pasado media hora y ambos equipos ya nos habían regalado un partido digno de recuerdo, pero todavía habría más.
El Barcelona se apoderó del partido y el Atlético se replegó con un nerviosismo latente, pero eso no evito que las ocasiones dejarán de llegar. Ferran volvería a perdonar una ocasión en la que se sacó de encima al arquero, pero su remate salió débil y acabo siendo despejado por Giménez.
Pero a cuatro minutos del final del primer tiempo, nuevamente de la salida de un córner, esta vez fue Iñigo Martínez quien superó a su marca para poner el 3-2 y estallar la euforia en el estadio. La mirada fría de Flick paso a la alegria absoluta mientras que la cara de Simeone denotaba impotencia absoluta.

El arbitro daría cinco minutos extra que se harían eternos para el Atlético, quienes estuvieron a nada de encajar el cuarto por un remate que Musso tuvo que despejar. Así acabaría la primera parte, con un Barcelona que se sobrepuso a un pésimo arranque y dejaba a los colchoneros muy golpeados para afrontar el resto del encuentro.
El Atlético nunca dejo de creer
La segunda mitad empezó de una forma similar, pero esta vez el Atleti logró algunas aproximaciones en busca del empate. Griezmann superó nuevamente a la defensa adelantada, pero entre Szczesny y Cubarsí fueron capaces de frenar al francés que estuvo a punto de lograr el doblete.
A pesar de los esfuerzos, el Barcelona estaba determinado en hacer más goles. Un remate de Raphinha directo a portería tuvo que ser bloqueado por Giménez, el central uruguayo hacía todo lo posible para mantenerlos en el partido. Simeone decidió agotar los 5 cambios con más de 20 minutos por delante. Una de sus modificaciones, el noruego Sørloth, que consiguió anotar pero fue anulado por un fuera de juego previo de Llorente.
Por su parte, Flick metía a Gavi y Lewandoski en busca de sentenciar el encuentro. El delantero polaco tardó solo 6 minutos en conseguir el cuarto gol del Barça tras una jugada brillante de Lamine, quien le dio la asistencia con un caño incluido a Lenglet.
Con 4-2 en el marcador y 10 minutos para el final, en las gradas ya se podía escuchar al público hacer cánticos de «Olé» con la idea de que se irían con dos goles de ventaja al Metropolitano. Pero si algo nos enseñó este partido es que no hay que dar nada por sentado en el fútbol.
A los 84′, Llorente se metió en el área para anotar el 4-3 y dejarlos a solo un tanto del empate. Los rojiblancos recuperaban la ilusión y volvieron a adoptar la postura ofensiva del primer tiempo. El tiempo reglamentario se cumplió y el arbitro decidió dar cuatro minutos más.
Pero al final la hazaña se dio, Sørloth se volvió a vestir de héroe para poner el 4-4 y arruinar la fiesta del publicó culé. Sin tiempo para más, el arbitro puso fin a este partido que pasará a la historia como uno de los mejores que han tenido lugar en la Copa del Rey.

Barcelona y Atlético decidirán al finalista en el Metropolitano
Las semifinales de la Copa del Rey no pudieron haber tenido un mejor arranque, con dos equipos que tienen propuestas de juego muy diferentes pero que tienen muy claro que el objetivo es ganar a pesar de todo y que no han dejado que la adversidad les pasará por encima.
Al final ningún equipo se fue con ventaja y será el 16 de marzo en el Metropolitano dónde Barcelona y Atleti decidirán quien llegará a la final. Ambos nuevamente con 0-0 y esperemos que llegué a tener un nivel de espectáculo similar al que hemos vivido esta noche.