Elliott celebra el gol de la victoria – Fuente: @liverpool (X)

Alisson Becker fue el hombre del partido en un encuentro en el que el PSG fue muy superior al Liverpool (27 tiros a 2) pero se topó con una clara falta de puntería y un gol de Harvey Elliot en el minuto 87. Un encuentro del que seguro estuvieron muy atentos los dos equipos de la capital, ya que podrían ser rivales en unas hipotéticas semifinales.

El Parque de los Príncipes acogió uno de los grandes partidos de estos octavos de final de la Champions League. PSG y Liverpool, ambos en un gran estado de forma y líderes en Francia e Inglaterra, alinearon su once de gala con Salah y Dembélé como los estandartes de sus equipos.

Tras unos primeros minutos de tanteo, el PSG poco a poco fue encontrando su juego y comenzó a someter a un equipo inglés que se vio superado durante toda la primera mitad. Los locales aprovecharon cierto nerviosismo visitante para acercarse con más peligro al área después de aprovechar algunos fallos en la salida de balón. El equipo francés continuó insistiendo y en el minuto 15 llegó la primera ocasión clara del partido: un disparo dentro del área de João Neves tras una gran jugada de Ousmane Dembélé. Precisamente, el Mosquito, junto a Kvaratskhelia, se echaron el equipo a la espalda y de sus botas llegaron las mejores jugadas locales.

El equipo de Luis Enrique no daba tregua al Liverpool que se salvó en dos ocasiones gracias al VAR. Primero fue anulado un gol de Kvaratskhelia por fuera de juego y luego Konaté se libró de ser expulsado tras derribar a Barcola dentro del área. Fue una acción llena de polémica y muy protestada por el conjunto francés.

A la media hora de juego, el PSG protagonizó una triple ocasión. Primero fue Dembélé en un mano a mano que ganó Alisson, luego Barcola volvió a encontrarse con el portero brasileño y de nuevo el jugador francés aprovechó el rechace pero su disparo se marchó desviado. Un cúmulo de ocasiones y los parisinos que no podían creer como no estaban plasmando su superioridad en el marcador.

Alisson sostuvo a su equipo durante todo el partido – Fuente: @liverpool (X)

Y seguirían sin creerselo después de una parada increible a contrapie de Alisson a Kvaratskhelia. El portero brasileño se erguió como la principal figura de su equipo en una de las peores primeras partes de la temporada del Liverpool.

La segunda parte siguió el guión de la primera. Un PSG sin complejos queria tomar ventaja en el marcador, siendo Dembélé y Kvaratskhelia los que continuaban intentándolo por todos los medios. En este contexto, Alisson realizó una gran parada al jugador georgiano tras un libre directo y Szoboszlai sacó bajo palos un intento de gol olímpico de Dembélé.

El dominio del PSG continuó durante toda la segunda mitad sin el premio del gol. Luis Enrique introdujo más pólvora al campo con la entrada de Gonçalo Ramos y Zaïre-Emery mientras que Arne Slot introdujo a Endo por Gravenberch. Un cambio significativo que mostraba el agrado del técnico neerlandés con el empate a cero.

Una de las ocasiones más claras de la segunda parte fue de Doue, el sustituto de Barcola, pero de nuevo se topó con Alisson y una gran estirada del portero brasileño. Sin embargo, cuando el partido estaba muriendo y ambos equipos firmaban el empate a cero, Darwin Núñez bajó un balón de las nubes y sirvió el gol en bandeja a Elliott, que recién había entrado al campo sustituyendo a un Salah totalmente inoperante.

De esta forma, el Liverpool se lleva una victoria inesperada, tal y como transcurrió el partido, mientras que el PSG calcó el enfrentamiento ante el Atlético de Madrid, con muchas ocasiones y ningún gol. Así, el equipo de Luis Enrique deberá viajar a Anfield en busca de una difícil remontada.