Plantilla del Real Madrid celebrando el pase a cuartos – Fuente: IG Oficial Real Madrid

El partido de vuelta de Octavos de la Champions entre Atlético y Real Madrid cumplió con las espectativas de todos los aficionados al fútbol, dos equipos que lo dieron todo hasta el final brindándonos un espectáculo con una de las eliminatorias más emocionantes del torneo.

El Atlético tenía claro que debía igualar la eliminatoria lo antes posible si quería tener alguna posibilidad en la Champions de no ser eliminado otra vez más por el Real Madrid, pero ni los propios atléticos pensaban que se iban a adelantar tan pronto.

En el segundo 40 de partido Conor Gallagher adelantaba a los suyos con un gol que ponía en pie a todo el estadio haciendo creer a los suyos que la remontada era posible y que los fantasmas del pasado no se repetirían una vez más.

La diferencia de actitud y concentración entre los dos equipos era claramente visible, el atlético mucho más concentrado y con las ideas claras de lo que tenía que hacer y cómo lo tenía que llevar a cabo, sin embargo, los jugadores del Real Madrid salieron al partido con una actitud mucho más pasiva y dejándose pasar por encima por los jugadores rojiblancos.

Una primera parte desastrosa del Real Madrid que veía cómo una vez más Courtois le salvaba los muebles siendo el mejor jugador del equipo ya que sus compañeros no estaban acertados ni en ataque ni en defensa. Ayer ninguno de los habituales apareció y si lo hizo fue para ser señalados por acciones a destiempo, desacertadas y que perjudicaban al equipo.

Los de Ancelotti no tanían una idea clara ni una hoja de ruta dando la sensación de que no se había trabajado el partido tácticamente, pero son en estos momentos importantes cuando los equipos grandes tienen que dar un paso adelante, y ayer el Madrid ofreció una imagen de equipo pequeño.

Mendy mostró a todo el mundo lo que un defensa no tiene que hacer, su banda fue el lado por el cual el atlético centró su ataque durante todo el partido, a sabiendas de que en la otra banda el Madrid no tenía ningún jugador cuya posición natural fuese de lateral, lo que nos da una idea de lo que aportó Mendy ayer al equipo: nada en ataque y menos en defensa.

Los atacantes del Madrid tampoco salieron reforzados del partido, Vinicius busacaba la acción individual en vez de combinar con sus compañeros y estaba más centrado en discutir con el árbitro o tirarse al suelo que en dar la vuelta al partido. Esta actitud fue recriminada varias veces por sus compañeros siendo la más destacada la reprimenda que le dio Bellingham tras una contra del atlético generada tras una pérdida de balón de Vinicius que este en vez de lucharla prefirió tirarse al suelo esperando que el colegiado pitase falta.

Sin embargo el Atlético tenía las cosas claras, defender con todos atrás y en cuanto tenían la pelota Oblak buscaba con pase largo a sus bandas para sorprender al Real Madrid en un contrataque; esta jugada que pudimos ver todos desde casa y en el campo, el Atlético la repitó hasta la saciedad ocasionándole todas las veces problemas al Real Madrid sin que el entrenador italiano hiciese algo para contrarrestarlo.

En el minuto 70 de partido Mbappe tras una jugada individual donde baila con todos los jugadores del atlético, es derribado en el área por Lenglet pitando el colegiado penalti. El Madrid respiraba pensando que iba a poder adelantarse finalmente en la eliminatoria si convertía el penalti, ya que se veía incapaz de meter un gol al atlético por su juego plano y sin profundidad.

Vinicius sin pensarlo cogió el balón para tirar el penalti mostrando personalidad y que quería ser él quien eliminase al atético dejándolo fuera de la champions, pero en vez de ser el villano para los atléticos Vinicius se convirtió en el verdugo del Real Madrid enviando el balón a las gradas.

Final de los 90 minutos y el partido se iba a la prórroga, momento en el que el Real Madrid empezó a jugar y a crear peligro al atético con un juego mucho más vertical y generando ocasiones de gol. Pero lo que no hicieron los blancos en 90 minutos no lo solucionaron en la prórroga con unas piernas cansadas y con todo un Metropolitano arengando a los suyos.

Y se llegó a la lotería de los penaltis, la historia se repetía: una vez más Atlético y Real Madrid en la champions, una vez más en penaltis y una vez más el Real Madrid eliminaba al atlético. Los de Simeone fallaron dos penaltis aunque el más extraño fue el de Julián Alvarez que a pesar de que el balón entró fue anulado por tocar la pelota dos veces.

Al final los de Ancelotti respiraron alivados y ya piensan en el Arsenal de Arteta, aunque la sensación que dejó ayer el partido es que el Real Madrid no ganó la eliminatoria sino que fue el Atlético de Madrid quien la perdió.